Nunca he sido una entusiaste de fiestas y reuniones cumpleañeras, soy podría decirse bastante grinch sobre el tema, pero no con la amargura y depresión que le dá a algunas personas por cumplir años, no, yo simpre he dicho que mi trabajo me costó llegar hasta aquí como para andar renegando de los años que pasaron, al contrario; soy grinch porque no me gusta que me abrace la gente que no es mi amiga, ni que me festejen o feliciten las personas que no conozco, me gusta mas la llamadita, el mensaje, el correo de los amigos y la felicitación mañanera de la familia que se tiran todos sobre tú cama para desearte felíz cumpleaños, cantando desentonadamente las tan conocidas y amadas Mañanitas, que mejor si además como acompañamiento de fondo está Pedro Infante ayudando a mi adorada familia a hacerlo.
De mis cumpleaños memorables, si hay que ir en orden cronológico diré que por ahí de los 10 años miseria, yo quería un juego de "Química mi Alegría" de regalo, pero mis padres se negaron porque ese era un juguete para niños, así que hice tremendo berrinche y no hubo regalo; los 15, uff, amados y odiados, vestidito de pastel, sombrero, rulos en el cabello que duraron algo así como dos horas, dejando paso a la facha que desde entonces suele ser mi cabeza, afortuandamente para mi no llegó el del video así que no hay evidencia mia bailando a Madonna, sin embargo las fotos demasiadas y tan terribles que he tenido que esconderlas de las miradas curiosas de los amigos que visitan la casa de mi madre.
Ya mas grande un cumpleaños cualquiera tuve a bien escaparme de fin de semana con una amiga a pasar mi cumpleaños en Puerto Escondido en casa de un galán, otro cumpleaños miserable por el simple hecho de que nadie me dió abrazo, siii, uno no les dá la importancia que tienen, tuve pastel, todos me felicitaron pero nadie me dió abrazo y extrañé tanto a la familia que desde entonces mi cumpleaños se convierte para mi en un evento familiar mas que en un reventón de cuates. Los 30 pasaron sin pena ni gloria y sin una gota de maquillaje, eso si, cena rica con los amigos; pero en todos y cada uno de los cumpleaños siempre siempre está la celebración familiar, que inicia ya sabes, con la familia saltando muy temprano sobre mi cama, felicitaciones y lindos regalitos, luego por la noche mi padre llega con un pastel, velas, y mi madre prepara rico chocolate, la llegada de mi sobrino a los festejos además ha renovado del todo la rutina, porque soplarle a las velitas con ayuda volvió a ser divertido, mas cuando el enano quiere compartir siempre que el pastel es suyo también.
De los mejores festejos, 6 años recientemente mudados a la casa donde aún vive mi madre no teniamos amigos, además el lugar estaba "lejos" del resto de la familia y nuestra casa tenia escasos muebles, pero recuerdo perfecto que mi padre puso el pastel sobre la mesa que era enooorme, y yo, sentada sobre la mesa con la luz apagada, todos felices y cantando las mañanitas, feliz soreia, era mágico, sentada sobre la mesa, imagínate, impensable. WOW!
De los mas aventureros, el número 31, fiesta con todos los amigos mas cercanos y queridos, reventón bailamos, comimos, bebimos y cerramos la noche en la delegación después de ir, volver y restacatar a unos amigos que tuvieron a bien destrozar el coche en el que iban, afortunadamente para tooodos, no paso de que el coche se rompió, literal.
Casi olvido, fin de semana carne asada en monterrey, así, sí, solo el fin de semana, solo así Relax, no mover un dedo, ser apapachada en todo.
Y el último, uff, el último, ya no estaba en casa con la familia así que lo que tuve muy temprano fueron las llamadas con las mañanitas, mi sobrino en el teléfono a un lado de mi madre cantando y la reunión familiar de fin de semana, muy feliz, con la casa llena de rosas, muchos niños corriendo por todos lados y sobre todo y mas importante que todos ellos podían meter los dedos en el pastel sin que algún adulto los reprendiera por ello, todos me ayudaron a soplar las velas y el oficialmente destinado a dar la mordida en el pastel, por supuesto, mi sobrino que depués me comió a besos llenos de betún. Además, de tener el privilegio de dar enoormes rebanadas de pastel a todos, repartiendo los adornitos, fresas para unos, rollos de chocolate para otros, sobredosis de azucar para todos.